Los daños en los pilotes de hormigón deben tener en cuenta que se producen en gran medida por la agresividad que presenta el terreno. Las sustancias en los suelos, en las rocas en el mar, en los ríos y en las aguas subterráneas que también presentan condiciones de agresividad potencial.

Los daños en los pilotes de hormigón se presentan con poca frecuencia gracias a que el concreto que se realiza de la mejor forma es uno de los materiales de construcción más resistentes. Esto hace que no tengas razones para preocuparte si instalas un pilote de hormigón en un terreno no agresivo.

Daños en los pilotes de hormigón

Por lo general donde se encuentra material de relleno, especialmente los desechos industriales, los desperdicios domésticos, se requiere analizar los químicos completos para identificar las sustancias potencialmente agresivas. Es importante obtener muestras representativas para este tipo de análisis.

A pesar de que el concreto es un material muy resistente, este puede ser atacado por sulfatos y ácidos sulfúricos, esto sucede por lo general cuando se instalan pilotes en suelos que presentan sustancias químicas corrosivas que se generan gracias a los residuos industriales en materiales para el relleno, y por ácidos orgánicos y el dióxido de carbono que se encuentra en el agua subterránea gracias al resultado de la descomposición de material vegetal.

Daños en los pilotes por el sulfato

El daño que se presenta en los pilotes de hormigón gracias al sulfato se debe al aumento en el volumen molecular de los minerales, lo que genera la expansión y por último la desintegración del hormigón endurecido. Es posible que ocurran otro tipo de reacciones, y en el caso del magnesio los iones del magnesio atacan al silicato.

Sulfato de amonio

El sulfato de amonio genera daños en los pilotes severos. Este no se produce de forma natural. Se utiliza como fertilizante y es capaz de penetrar el suelo de manera significativa. El sulfato de amonio se caracteriza por ser un subproducto de la producción de gas de carbón y es posible encontrarlo en las fábricas de gas abandonadas.

Ácido sulfúrico

El ácido sulfúrico libre también puede formarse en ele suelo natural o en el agua subterránea gracias a la oxidación de las piritas que se encuentran alojadas en algunas tuberías, o en las pizarras de hierro o alumbre. Es posible encontrar el ácido sulfúrico en los materiales de desecho industrial que han dejado las fugas en los trabajos de fundición de zinc y cobre, y en los procesos de teñido. Este ácido presenta daños en los pilotes similares a los del sulfato.

Prevención de los daños en los pilotes

En los terrenos que presentan condiciones normales, por lo general es suficiente limitar los análisis químicos de las muestras del suelo o del agua subterránea a la determinación de los valores de pH, contenido de cloruro y de sulfato. En los terrenos donde el contenido de sulfato excede el 0.24% se aconseja determinar el contenido del sulfato soluble en el agua, expresándolo en gramos de SO$ por litro de agua extraída.

Tipos de concretos

Los concretos densos y bien compactados son la mejor protección contra los ataques del sulfato en los pilotes de hormigón, las tapas de los pilotes, las vigas de tierra y la permeabilidad adecuada del hormigón previenen en gran medida la entrada de los sulfatos en los poros.

Los pilotes de hormigón prefabricados de alta resistencia se caracterizan por ser los más adecuados para prevenir estos ataques, por esta razón son los más favorables de usar.

Sin embargo, los pilotes de hormigón prefabricados no son adecuados para evitar todas las condiciones que pueden presentar un terreno y las mezclas que se utilizan para las diferentes alternativas de pilotes deben estar diseñadas para conseguir el grado requerido de impermeabilidad y resistencia a la acción agresiva.

Mezclas en el concreto para prevenir daños en los pilotes de hormigón

Para minimizar el deterioro y los daños en los pilotes de hormigón es importante utilizar una cuidadosa formulación de mezcla de concreto, agregados duros, colocación, consolidación, y curado con el fin de conseguir un hormigón duro y denso. El acero de refuerzo debe tener una cobertura mínima de 2 pulgadas. Y es aconsejable utilizar el refuerzo galvanizado cuando económicamente sea permisible.